Gracias

Cuando nadie ponía sus ojos en mí, cuando creía que era invisible, diluido en el aire, me viste. Eran los tiempos de lágrimas y carencia, cuando nada tenía que dar más que tenues promesas repletas de incertidumbre. Se nos concedió la dicha de la vida nueva, maravilla inagotable, bendición máxima, un loor permanente que no puedo evitar a pesar de mi alejamiento transitorio y los amables llamados desde lo alto. Tu cercanía fue una cátedra en la que aprendí a entender más a los otros, a darme cuenta que mi visión del mundo era una entre millones. Hasta las grietas profundas fueron, a la larga, crecimiento. Todo lo repetiría si el tiempo volviera; sin arrepentimientos ni lamentos, todo lo repetiría, lo haría igual de nuevo. A pesar de que los caminos ahora ya se bifurcan, de que voy a la izquierda y tú a la derecha, de que me dirijo abajo y tú arriba, al pensar en el ayer la resultante es agradecimiento, domina el reconocimiento, todo es gracias por los muchos días vividos en cercanía.

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